Camino amparada por el anonimato de estas calles, pisando y rompiendo pedazos de sol. A cada paso, me asalta una palabra. Cada veinte metros, me atropella una frase y, así, a medida que avanzo, voy construyendo una historia tan frágil que seguramente se me deshilachará entre los dedos. Pienso en ayer noche. En tus manos. Te pediría que me volvieras a salvar de mí, de mis insomnios, del cansancio que me provoca saberme tan caótica y cuadriculada a la vez. Que volvieras a buscar refugio dentro de mí: haces que me sienta cálida y acogedora a pesar de no tener cosquillas, del frío instalado en la punta de la nariz, y de las manos y pies helados. Te pediría que me acompañaras hasta el final de toda esta vida. Por tí aprendería a cocinar todos los sinsabores mientras tú me enseñas a saber perder: eso de encajar las derrotas y las decepciones nunca se me ha dado demasiado bien.
chapeau! ensenya-li amb molt d'orgull.
ResponElimina...Elizabeth Bishop(1911-1979) és autora d'un poema extraordinari, titulat UN ART, que diu:
ResponElimina"El arte de perder no es difícil de aprender;/
tantas cosas parecen querer extraviarse/
que perderlas no acarrea ningún desastre./ [...]
Practica entonces perdiendo más y más rápido:/
lugares y nombres, y adondequiera que tenías pensado/
viajar. Nada de eso acarreará un desastre./ [...]
Aun al perderte (la voz burlona, un gesto/
que adoro) no debí mentir. Es evidente/
que el arte de perder no es muy difícil de aprender/
aunque pueda parecerse (¡Escríbelo!) a un desastre."
Salut.